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Resultados vs Proceso



"Enfócate en el proceso.

El proceso es lo importante.

El resultado no lo es.

Para llegar a olvidarte del resultado, un primer paso que puedes dar es cambiar tu foco. Porque cuando dejas de enfocarte en aquello que deseas como un simple medio para conseguir algo (ser feliz, tener una vida más plena, etc…), te liberas y tienes más capacidad para disfrutar del proceso que sigues para conseguirlo. Y cuando te liberas ocurren cosas maravillosas. Cosas como que empiezas a disfrutar de ese proceso, independientemente de si el proceso es fluido como la seda o está lleno de trompicones y batacazos”- Bryan Cranston.

En el día de hoy sólo quiero recordarles algo que intento que entiendan cada día con mis publicaciones y es que cuando te enfocas en dar lo mejor de ti, y entiendes que, a partir de ahí, el resultado ya no es algo que tú puedas controlar porque que no depende de ti…Y es ahí, justo ahí que eres capaz de desapegarte del resultado y soltarlo. Y justo ahí también, sucede algo maravilloso: que el miedo al fracaso se esfuma. Y te vuelves insuperable, y la energía y enfoque que desarrollas es tal que nada malo puede llegar a detenerte.

Todos tenemos metas en nuestra vida, o tenemos sueños, anhelamos infinidades de cosas, situaciones, lo importante es que entendamos que tiene más sentido cuando depende de nosotros mismos y sirve para nuestro desarrollo personal.

Muchas veces existen personas que sus metas son simples pero a la vez complejas y que se sienten muy frustradas al no poderlas realizar.

Una muy común en muchas personas pero a la vez difícil de empezar es la de bajar esos kilitos de más, ser más fuertes o tener más energía, con el fin de mejorar nuestra propia salud.

Queremos construir un negocio, tocar un instrumento, empezar un blog, mejorar nuestras relaciones, obtener un nuevo empleo, viajar más, aprender otro idioma, y la lista puede seguir y seguir.

Pero el problema más común entre todos nosotros es que nos enfocamos demasiado en la meta en sí. Queremos obtenerla ya y constantemente anhelamos el día en que la obtendremos.

Mientras que establecer metas es una excelente idea, enfocarte demasiado en ellas puede drenar tu motivación y puede sabotear tus intentos por alcanzarlas.

No estoy diciendo que no fijes metas, sino que una vez que las establezcas las saques de tu cabeza por un momento— especialmente si son de largo plazo.

Ahora enfócate en el proceso… Y APRENDE A DISFRUTARLO…

Aunque suene cliché, una meta orientada en el proceso se enfoca en el camino, no en el destino.

Digamos que tu meta es bajar de peso... Si te enfocas solamente en el resultado, estos pueden ser pensamientos que pasan por tu cabeza:

“Día 1= 85 kg. Comenzamos.”

“Día 3= 84.7 kg. No baje casi nada. No importa apenas voy empezando.”

“Día 6= 84.3 kg. Lento, pero ahí va.”

“Día 9= 85.1 kg. ¿Qué $&”·”%·$? ¿Por qué subí de peso?”

“Día 12= 84.2 kg. ¿Qué paso ahí? Bueno, no me quejo.”

¿Estresante verdad?

Por el otro lado, si te enfocas en el proceso las cosas se ven diferente:

“HOY voy a disfrutar el gimnasio…cuando haga las pesas, voy a mantener buena técnica, apretar mi dorsal, contraer glúteos…”

“HOY voy a tratar de caminar un poco más… me voy a levantar de mi escritorio cada hora e iré a tomar agua… voy a caminar mientras hablo por el celular.”

“HOY voy poner más atención a la manera en que como… voy a comer un poco más despacio… terminaré de comer cuando esté 80% llena… satisfecha, pero no atascada.”

“HOY voy a prepararme mis comidas diferentes… estoy intentando nuevas recetas con ingredientes más naturales…que divertido.”

“HOY encontré un lugar para comer más rico y saludable”

¿Ves la diferencia?

Tu meta orientada a resultados se enfoca en el fin. Tu meta orientada al proceso se enfoca en los medios que tienes y por lo tanto tu propio instinto buscará la manera de irlos mejorando.

Enfocarte en el proceso siempre puede ir orientado a obtener una meta más alcanzable. Lo que cambia es la manera en que percibes las cosas y tener la sensación de que sí puedes lograrlo.

Establecer una meta, y después enfocarse en el proceso hace muchísimo más placentero el camino hacia lo que deseas lograr.

Una vez que tengas tu meta, ahora trabaja para atrás y pregúntate: ¿qué procesos necesito llevar a cabo para obtener esta meta?

Si seguimos con el ejemplo de ir al gimnasio y bajar de peso:

Puede ser ir al gimnasio 4 veces por semana, preparar todas mis comidas, dormir al menos 7 horas, aprender a cocinar, etc.

Cada día escoge y enfócate en los pasos que al largo plazo te llevarán a tu meta.

Si ejecutas el plan y te enfocas en él, tu meta será un placentero efecto secundario.

Aplica a cualquier cosa que quieras atacar en la vida. Te doy este ejemplo, porque son las metas que actualmente estoy colocando en mi proceso.

Si quieres obtener un nuevo empleo o negocio también puedes enfocarte en el proceso ya que te llevará a cuestionarte y llevarte a hacer distintas acciones y lograr el fin deseado y así con cada cosa que quieras proponerte en la vida.

¿Cuántas veces nuestra mente se desvía a lo que queremos obtener en el futuro que nos olvidamos de lo que estamos haciendo el presente?

Ya quiero tener equis cantidad de dinero, ya quiero tener ese empleo, ya quiero empezar mi negocio, ya quiero bajar de peso… y debemos recordar que todo lleva su tiempo y proceso y los resultados se irán viendo durante nuestro proceso.

Si te enfocas en el proceso, cuando menos te des cuenta habrás llegado a tu destino. Y también te habrás divertido un montón por el camino que te dejó ahí.

La clave es esforzarte en aportar desde lo mejor de ti mismo, en lugar de enfocarte en recibir. La clave es esforzarte en darlo todo…y a partir de ahí, relajarte y disfrutar de la persona en la que te estás convirtiendo.

Y es que tus sueños toman mejor sentido cuando también disfrutas el camino que te llevan a ellos.

An Medina

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