Es difícil superar ciertas penas, sobre todo aquellas que son consecuencia de injusticias, o de motivos que no llegamos a entender...pero sirve concentrarte en tu fuerza interior, mirarte al espejo, respirar y comprometerte contigo mismo a superar la adversidad, derrotar la tristeza, por muy difícil que sea, por mucho tiempo que te tome, pensar que "no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista" te puede ser útil.
Todo a pulmón, con coraje, en esos momentos difíciles, lucha por conseguir tu felicidad.
Todo lo que empieza, acaba…
Siempre se nos hace muy difícil recuperarnos de las cosas que nos dañan en nuestra vida y la más común de todas es cuando terminamos una relación…
Lloras, pataleas, te dan ataques de ira, no dejas de pensar en lo qué dijiste, en lo que dijo el otro, crees que el mundo se va a acabar.
¡A todos nos pasa!
Cuando termina un amor, en un principio tus seres cercanos lo hacen sonar fácil:
”¡Ya estarás mejor, te salvaste, vas a tener un montón de tiempo libre, enfócate en tu carrera, disfruta la soltería!” pero definitivamente nada de esto nos pone mejor.
Superar al ex amor no es un truco de magia, es un doloroso proceso que parece nunca acabar y por el que todos pasamos.
Nos sentimos vulnerables, perdidos y tristes, queremos hundirnos en la penumbra y soledad de nuestro cuarto para jamás volver a salir a la luz.
Esta situación amerita compañía, es momento de permitir a nuestros seres cercanos para desahogar todas las penas, reflexionar y lloriquear a moco tendido.
Dejemos fluir el sentimiento con ellos, es lo más sano que podemos hacer, están para apoyarnos cuando más lo necesitamos, nos ayudan a salir adelante, nos aconsejan y lo más importante nos distraen de nuestros pensamientos.
Apártate de las redes sociales. No somos policías especializados, estar pendiente de las redes sociales te llevará a deprimirte muchísimo mas. Estar con tanta atención a ello solamente te obligará a realizar conjeturas e hipótesis de situaciones que en el 90% de las veces son falsas. Sólo están en tu mente.
Ten presente que por mas que desees, hay situaciones que no tienen ninguna explicación o justificación y si sigues intentando buscar esa respuesta solamente traerá más dolor a tu situación.
Ama tu soledad… Permítete un tiempo para cuidar de ti, para consolarte y para acompañarte en esta situación. En este momento sé para ti la persona que más te entienda y cuide, aparta todo juicio, rencor o resentimiento porque alimentarlo simplemente extenderá tu dolor.
La única persona que necesitas a tu lado para olvidar, eres tú. Es importante saber que un clavo no saca otro clavo, podrías dañar a la persona o esa persona también puede terminar dañándote. No te apresures, cuando estés preparado para tener una relación nueva lo sabrás.
Es evidente que cuando estamos triste o en depresión nos encanta flagelarnos, culparnos y pensar miles de cosas que lo único que hacen es dañarnos, por tal razón trata de mantener tu mente ocupada, haz ejercicio, aprende algo nuevo, haz todos los cambios que has tenido en tu mente ya por tantos años y no has tenido tiempo de hacer.
Es un momento de cambio de actitud y de visión en la vida, por más importante que haya sido la persona entiende que: Jamás puede ser más importante que tú mismo, y que lo único que necesitas es regresar a tomar el protagonismo de tu vida.
Deja de entender al otro y comienza por entender y aceptar que es tu momento para renacer. La actitud para superarlo depende de ti, concéntrate en el presente y en la capacidad de hacer cualquier cosa que te propongas, muy pronto verás que aprendiste muchísimo en el camino y te sentirás indomable como lo Katy Perry en su canción Roar.
An Medina
