"Si no hay subidas y bajadas en tu vida, entonces estás muerto"- Jamie Dell
Y es que muchas veces no entendemos que la vida no es estática y que simplemente necesita movimiento para sacarte de vez en cuando de tu zona cómoda.
Los mejores equipos no ganan siempre los partidos.
Los jugadores más brillantes se equivocan de vez en cuando.
Al cantante más famoso se le olvida la letra de su canción.
La realidad no siempre está a la altura de nuestros sueños, para cumplirlos debemos esforzarnos al máximo.
Hay que aceptar, sin dar muchas vueltas, que a veces la vida nos saca de donde queremos para colocarnos donde merecemos.
Tampoco se puede ser completamente feliz de forma permanente, siempre suceden cosas, lecciones, acciones, situaciones, que nos llevan a cambiar el rumbo y a trazarnos nuevas metas.
Lo cual nos muestra que la vida es como una carretera, con sus curvas y sus baches, con sus rectas y sus subidas, con sus paradas y bajadas, y es ese camino el que nos va convirtiendo en expertos o fracasados.
¿Cuándo somos fracasados? Cuando pasamos por un obstáculo, un bache o un hueco y queremos pasarlo una y otra vez sin que nos lastime… Aquí es donde tenemos 2 opciones seguimos intentando o nos desviamos un poco en el camino, lo esquivamos entendiendo su función o lo volvemos a atravesar haciendo cada vez más aparatosa la caída.
La alegría y la tristeza siempre tendrán que formar parte de nuestra vida, quizás sea muy difícil de entender pero es lo que le da sentido a la vida, imagina por un momento que todo en el mundo sea felicidad, ir por la calle y mirar a todas las personas con una sonrisa, sin problemas, yo pienso que siendo realista un mundo así me daría un poco de miedo, además ¿qué sentido tendría? También, podemos imaginarnos el mundo triste, todos llorando y desconsolados, esto también me da algo de terror, y este ejemplo que te doy es para que te des cuenta que no siempre es negro o blanco, y que no siempre vamos estar en la cima todo el tiempo, mucha veces tendremos caídas, y otras veces desde abajo subimos como la espuma y así viviremos ese ciclo de tu vida, como los latidos de tu corazón que le muestra al mundo y al universo que estás vivo.
Lo principal que debemos entender es que todo depende de quienes seamos y de cómo nos valoramos a nosotros mismos, como aceptamos o rechazamos la vida que tenemos, y sobre todo de cómo nos adaptamos a los cambios.
Cuando estamos abajo, lo principal que debemos aprender es el por qué estamos ahí, no acusarnos ni juzgarnos, quizás y la situación ni siquiera sea tu culpa, tal vez y lo único que necesitas es cambiar la ruta, cambiar la receta de cómo vienes haciendo las cosas, pues los momentos malos o tristes lo mejor que saben hacer es TRANSFORMARNOS.
Por supuesto, esta transformación siempre va a depender de que tanto queramos salir del fondo, de darnos cuenta del tiempo que perdemos ahí tristes, sintiéndonos miserables o simplemente lamentándonos porque nos sucede esto o aquello.
Yo como tú en mi vida he tenido muchos miedos, frustraciones y grandes tristezas que me han partido el corazón, pero lo más importante es que un día me di cuenta que cada situación me regalaba una oportunidad de conocerme mejor a mí misma, de cambiar mi rumbo, de cambiar mis metas, de cambiar mis sueños, de aprender a valorarme y quererme cada día, y de entender que vale más lo que me merezco que lo que creo que quiero y más nunca conformarme con nada.
Así como la alegría, la tristeza también tiene fecha de vencimiento y en lo que podemos diferenciarnos los unos de los otros es cómo podemos superar esas etapas, bien sea de duelo o desamor que comúnmente son las situaciones que más nos lastiman y es en donde pasamos mucho tiempo perdidos.
Permite que las personas, situaciones, cosas, cumplan su ciclo y su función en tu vida y sobre todo permítete seguir adelante.
Superar los obstáculos es lo que nos lleva a la cima, y si encuentras la formula cuando regreses abajo, entenderás que sólo es un mal momento y que tienes algo por aprender, así que pase lo que pase no te desanimes y siempre lucha hasta contigo mismo para permitirte seguir adelante, sólo depende de ti.
An Medina