Cuando alguien o algo se quedó en tu pasado es porque no encajaba en tu futuro.
Todas las relaciones avanzan y maduran, y aunque pueda sonar egoísta, debemos priorizarnos y procurar nuestro bienestar. Quizá sea mejor estar solos antes que ser infelices al lado de otra persona, ya que la vida es movimiento, son ciclos que iniciar y puertas que cerrar. Si nos aferramos a la idea de que todo debe permanecer, lo más probable es que nos neguemos a asumir el pasado, o simplemente a pasar página.
Estamos seguros de que, el día de hoy, en tu memoria están alojadas muchas personas que dejaste atrás. No importa el motivo, tal vez fue por necesidad de avanzar, o simplemente se tenían que ir. Pero si están ahí, en tu pasado, es porque no encajaban en tu futuro, y por ello diste un paso hacia adelante: por lo cual hay que asumir y entender que, en ocasiones, para ser feliz tenemos que aprender a decir adiós.
A menudo suele decirse que las personas pasamos gran parte del día recordando cosas, rememorando aspectos vividos. Ello no es un acto negativo, siempre y cuando esa mirada al pasado se asuma con tranquilidad y equilibrio.
Entiende que en el final de cualquier etapa se encuentra una nueva oportunidad para ser feliz. Si hay personas que forman ya parte de nuestro pasado es porque no merecían estar en nuestro futuro. El pasado no se borra ni se edita, se acepta, y no hay peor error que recordar un pasado que ya no tiene sentido en el presente. Atrévete a decirte a ti mismo:
“Lo lamento, esa persona, empelo o situación ya no encaja en mi presente, y la persona que yo era antes de que sucediera esto ya se transformó, mi forma de entender y vivir la vida HOY ya no encaja con la forma de ayer, porque todo lo que ocurrió fue para hacer de mi una nueva versión de mi mismo”.
Darnos cuenta es un gran paso porque, en muchos casos, el amor y el cariño siguen muy presentes a pesar de las discrepancias y decepciones. Ahora bien, hemos de saber que las relaciones afectivas no se sustentan sólo con el amor. Los siguientes pilares son también parte esencial de una relación de pareja feliz y estable:
1.- La reciprocidad
2.- La complicidad
3.- El respeto
4.- La comunicación empática y constructiva
5.- La pasión
6.- Saber respetar espacios privados y saber construir el espacio propio de la pareja
7.- Favorecer el crecimiento personal de la pareja
En el momento en que falla uno o varios de estos principios, empezamos a arrastrar tristezas, decepciones, escondemos palabras y fingimos que todo va bien porque pensamos que las cosas cambiarán e incluso que la situación acabará mejorando.
No obstante, muchas veces las personas no son como creíamos. Tendemos a idealizar, a dar por sentadas ciertas cosas que la cotidianidad y la convivencia nos demuestran que no son así. Hasta que, al final, vemos con claridad que esa persona no encaja con nuestro presente. Aceptar que determinadas personas no deben formar parte de nuestro presente es entender a su vez el ciclo de la vida, en ocasiones, hay quien ha tenido que dejar en su pasado hasta a seres tan significativos como una madre, un hermano, un amigo y ¿por qué no? Un gran amor también.
Si alguien nos hace daño y nos causa sufrimiento hasta vulnerar nuestra autoestima o incluso nuestra seguridad, no lo dudes, es mejor crear distancia y permitir que se queden en nuestro pasado. Es importante saber perdonar, aunque cueste, aunque duela: El perdón es una forma de liberación y de cerrar una puerta sin que siga pesando en nuestro interior y también es la mejor forma de empezar un nuevo camino el que nos llevará a todo aquello que nos merecemos.
Perdonar… Sanar… Olvidar… y Transformar… ¡Sólo depende de TI!