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Soledad ¿Fin o comienzo?



"Soledad" Lugar solitario y sombrío, compañía de muchas personas, contraste de recuerdos invisibles, realidades que se esfumaron, ruido silencioso, reflejo de verdades y resultado de errores, vía para reflexionar, sendero oscuro o lleno de luz. Esa podría ser una simple, muy simple definición, para muchos el fin, para otros el comienzo.

Hay quienes la odian, otros la aman, a veces para evitar dolor, otras veces para evitar la gente. Como yo lo veo, puede ser un camino de transformación, reflexión y reconciliación con nosotros mismos, pero sobre todo de aprendizaje…

Muchos la prefieren porque huyen de la realidad y creen que en ella evitan el dolor y el sufrimiento, pero estar solo, la aumenta. Hay quienes huyen de ella buscando siempre con quién estar, sea como sea evitan estar solos, por el temor a la soledad. Otros están solos simplemente porque lo deciden y ven en ese estado una forma de reflexionar y aprender de sus errores, así estudian qué hicieron mal y lo toman como ensayo y error…

Hay personas que simplemente están solas no porque quieran sino porque así se labraron su futuro.

A lo largo de nuestra vida hemos tenido diferentes conceptos acerca de ella pero lo importante es que tú ahora puedas reconocer de que manera está presente en tu vida ¿Cómo un fin o un comienzo?

La soledad no debe ser vista como algo malo, sino como un espacio necesario para encontrarnos con nosotros mismos, para reflexionar, para saber qué queremos y para donde vamos…

La soledad es esa que te grita recuerdos en la obscuridad, es esa que te abraza cuando las personas que más quieres se van, es esa que se convierte en tu amistad enemiga, amistad porque no te abandona, enemiga porque se encarga de mostrarte tus errores, la tristeza, el dolor y aflicción que sientes cuando ese ser querido no está contigo…

La soledad, es una de las necesidades más altas que como seres humanos debemos cubrir, pero, por ignorancia del hombre se ha convertido en algo a que temer y poco desear.

Todos nuestros conocimientos, valores, creencias son heredados de nuestra familia o sociedad, y/o domesticados a través de libros, novelas, radio o la televisión, teatro, poesía, música; medios a través de los cuales contemplamos a la soledad desde una perspectiva negativa, como si se tratara de un fantasma que amenaza con caer sobre nosotros en cualquier momento, envolviéndonos en un aura de tristeza y pesimismo.

Todos tenemos diferentes conceptos acerca de la Soledad. Pero, según el diccionario de la Real Academia Española, Soledad se define como: “carencia voluntaria o involuntaria de compañía”.

Quizás este sea un término muy ligero, porque a mi modo de ver habría que considerarla tanto en tiempo como en espacio. Por ejemplo, puede que estés solo porque debes estudiar o trabajar en otra ciudad por un tiempo determinado o que tu soledad esté limitada al lugar donde vives.

Pero estos no son los únicos casos, porque como todo en la vida, hay sus excepciones como la de los monjes que en búsqueda de la iluminación, la Divinidad y su unión con el universo, permanecen aislados durante años.

Si intentamos clasificar a la Soledad, nos damos cuenta que ésta puede ser física o mental.

  • FÍSICA: Cuando no te haces rodear de gente,

  • MENTAL: Cuando, a pesar de estar en un sitio repleto de personas, logras un nivel de concentración tal que te permite ignorar las distracciones externas

En el tiempo que llevo tratando con personas, me he dado cuenta que la soledad más común es la mental, la que es generada por nuestras emociones; comúnmente la tristeza.

Cuando la soledad viene acompañada de tristeza, es quizás porque teníamos la idea que alguien iba a darnos algo que nosotros, por sí mismos, creíamos imposible conseguir y nos quedamos pegados en la idea de haber perdido ese algo que era tuyo.

Y es simplemente eso, nos quedamos pegados, nos dejamos derrotar por lo malo que nos sucede, y no entendemos que la soledad es ese momento único con nosotros mismos, donde podemos conocernos mejor, donde podemos saber que nos gusta ahora y qué no, que somos capaces de aguantar y qué no, que somos capaces de hacer y qué no.

La soledad es la herramienta más potente para sanarte, cambiarte y transformarte, y ¿Por qué no? Es súper útil hasta para descansar.

En lo personal, a mi me gusta estar sola. Caminar sin rumbo, reflexionar sentada frente a una agradable vista, dejando que la brisa alborote mis cabellos. Entrar en contacto con el sol, permitiéndole que me caliente los huesos y recibiendo una dosis de vitamina D. O tumbarme bajo la luz de luna, imaginando cuántos antes que yo habrán tratado de hacer recuento de las estrellas.

Me encanta ese momento único en que las palabras sobran. Basta fundirse con la vida que nos rodea, mirar hacia el interior, para encontrar esa paz que con demasiada frecuencia se nos va de las manos.

Si no te opones, y dejas de aferrarte a lo externo, te darás cuenta de que la soledad puede ser una gran bendición en tu vida, pues sólo ella puede regalarte los mejores momentos contigo mismo.

En un momento de soledad no te resistas, no será el fin del mundo, será el inicio de uno mejor.

An Medina

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