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Cuando sientes culpa



“La gente siempre le echa la culpa a sus circunstancias por lo que ellos son. Yo no creo en las circunstancias. La gente a la que le va bien en la vida es la gente que va en busca de las circunstancias que quieren y si no las encuentran, las fabrican”- Wayne Dyer

Muchas veces en la vida hemos hecho cosas de las cuales nos arrepentimos, y a pesar de que pasa el tiempo seguimos cargando con ellas y sintiéndonos mal en todo momento. Entonces, ¿qué hacer para desprendernos de ella?, de esa compañía silenciosa llamada Culpa y está ahí solo para hacernos sentir mal, hasta que decidamos hacer algo al respecto.

Antes de saber qué hacer para dejar de sentirte mal por eso que ya pasó, tienes que saber que, la Culpa es un sentimiento, un estado de ánimo, una de las emociones más destructivas que podemos experimentar, que suele aparecer en algún momento de nuestra vida originado por algo que hicimos y estuvo fuera de los valores que hemos asumido como nuestros.

Sentimos culpa cuando nuestro comportamiento no cumple con nuestros principios, o simplemente cuando reaccionamos a algo y obtenemos malos resultados y, por ende, nos recriminamos todo el tiempo y permanecemos encerrados en esa situación afectando gravemente nuestra autoestima, y creyendo que no somos merecedores de nada bueno en la vida.

Primero debemos saber que todas las personas cometemos en nuestras vidas errores de los cuales no estamos precisamente orgullosos.

Si queremos seguir adelante, lo que tenemos que hacer es perdonarnos por eso que ya pasó, aceptar que somos seres humanos que podemos equivocamos y que necesitábamos de esos errores para aprender y crecer en la vida, y que ahora que ya somos conscientes de lo que pasó, sabemos que no volveremos a repetirlos.

A lo mejor tú ya conoces cuál fue el error o equivocación que cometiste, y crees haberlo superado, pero de alguna manera te das cuenta que sigue afectando inconscientemente a tu vida.

No podemos pasar el resto de nuestras vidas sintiendo esta terrible emoción, porque nos sumerge en malos pensamientos y le coloca un tono muy gris a nuestras vidas.

Todos podemos salir de ahí, quizás sea difícil o sea fácil para ti, lo importante es entender que de una u otra manera hay que empezar.

La mejor manera de iniciar este proceso, es entendiendo que sucede dentro de ti. Puedes ayudarte a mirar la situación de una manera diferente, si comienzas a preguntarte lo siguiente:

¿Qué sientes?

¿Por qué continúas cargando el peso sobre tus espaldas?

¿Hace cuánto tiempo la estás cargando?

¿Qué logras con hacerte ese daño?

¿Qué cambias sintiendo lo que sientes?

¿Cuál es el resultado contigo mismo manteniendo esa emoción?

Responde con la mayor sinceridad posible.

Ahora que ya sabes cuál es el resultado que obtienes al sentirte culpable, es necesario detectar cuál es el pensamiento que lo origina, para saber qué es lo que está pasando.

¿De qué siento culpa?

¿Puedo cambiar la situación manteniendo ese sentimiento conmigo?

Una vez que has descubierto el origen de tu culpa, las consecuencias y lo que crees merecerte, es hora de que te perdones y encuentres el aprendizaje que hay en esta situación.

Como te has dado cuenta hasta ahora, cargar con esa culpa solo ha hecho que tu vida sea más amarga y apagada. Es hora de que dejes de mirar hacia atrás con vergüenza, de que mires el pasado como parte de la vida, y entiendas que no hay ningún motivo para seguirte castigando por no haberlo hecho mejor, sino que lo hiciste tan bien como pudiste en aquel momento.

Ahora lo que tienes que hacer es reconocer qué enseñanza te dejó ese acontecimiento. Quizá sin eso hoy no serías quien eres. Pregúntate para qué te pasó lo que te pasó, qué es lo bueno que puedes sacar de eso, y libera ese pasado con amor; agradece que haya sucedido porque eso te hizo más fuerte y mejor persona, aunque te hayas equivocado.

La mejor manera de liberarlo es perdonándote a ti mismo. Puedes hacer el ejercicio de escribir una carta en la cual se plasme todo lo que sientes, la leas en voz alta, y luego te deshagas de ella, puedes romperla o quemarla sintiendo y visualizando que con ella desaparece todo lo que te tortura y te atormenta.

Y después sigue adelante, con la cabeza en alto, porque la vida está esperándote para que te abras a ella y te sientas merecedor de todo el bien que tiene reservado para ti.

“A lo largo del camino, damos forma a nuestra vida y a nosotros mismos. El proceso no termina hasta que morimos, y las elecciones que hacemos son en última instancia, absolutamente nuestras”- Eleanor Roosevelt

En ti y solamente en ti está el poder de crear y transformar todas las situaciones de tu vida, toma el control, gana la batalla y por favor sigue adelante, tú te lo mereces.

An Medina

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