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Superando las injusticias



¿Quién de ustedes ha enfrentado alguna injusticia en su vida? ¿De qué manera reaccionan ante dicha injusticia o hacia las personas que la infringieron? ¿Cuáles son las emociones que los embargan en esos momentos?

Sin duda alguna cuando enfrentamos injusticias son momentos en que fácilmente podemos quedar “atrapados” por emociones negativas, como el odio, el rencor o los deseos de venganza, sin embargo, esto nos provoca aún más daño a nosotros mismos que el realizado por la inicial injusticia ya que incide negativamente en nuestro bienestar psicológico, minimizando nuestras emociones positivas y nuestra sensación de felicidad.

¿Cuál sería el antídoto ante esas emociones negativas?

¿Cuál es el truco? Creo que no hay truco. No sé si eso es bueno o malo, simplemente es así. El camino para vencer nuestros malos pensamientos, miedos y frustraciones empieza con la valentía de decidir levantarse y querer seguir adelante.

Puedes tomar cualquier camino, a lo mejor no sabemos que es el adecuado hasta al cabo de un tiempo, o quizá descubrimos que el que tomamos no es el que nos va mejor y tenemos que retroceder para volver a avanzar. Puede tomarnos más o menos tiempo, aunque siempre hay un camino y nos sacará de esos sentimientos tan oscuros, de la sensación de dolor, tristeza y resentimiento.

Hace algún tiempo cuando me sentí ante la una gran injusticia de la vida leí un hermoso libro del Dalai Lama llamado “El Arte de la Felicidad” el cual me sugería como superar ese sentimiento ante tal injusticia. En este post te comparto lo que me quedó grabado desde aquel día.

1. Incrementamos el sufrimiento provocado por las situaciones injustas al pensar en ellas de manera continua. “Perpetuamos nuestro dolor , lo mantenemos vivo cuando repasamos mentalmente una y otra vez nuestras heridas, al tiempo que exageramos nuestras heridas. Volvemos una y otra vez sobre los recuerdos dolorosos, quizás con el deseo inconsciente de que cambie la situación; pero no cambia”

2. Tomar conciencia que la forma en qué respondamos a una situación influye de manera negativa o positiva en nuestras emociones, pensamientos y salud física. Sin duda alguna, me parece que este punto es difícil de poner en práctica, pero si lo tenemos presente, es más fácil que no reaccionemos de manera violenta. “Descubrimos que alguien habla mal de nosotros a nuestras espaldas. Si se reacciona con un sentimiento de cólera o de dolor, es uno mismo el que destruye su propia paz mental… si uno se contiene y evita reaccionar de forma negativa y deja pasar la difamación como un viento silencioso, se está protegiendo de sentirse herido, de esa sensación de agonía”

3. Debemos enfocarnos en arreglar los problemas de manera objetiva evitando consumirnos por los sentimientos negativos producidos por la injusticia. Hay problemas que tenemos que enfrentar, y cuando aparecen injusticias en nuestras vidas en muchas ocasiones tenemos que hacer algo al respecto. No hay que confundirse, pensando que desde esta filosofía budista se piense que se nos sugiere “no hacer nada”, lo que se menciona es no dejar atraparnos por las emociones negativas. “Los científicos consideran importante examinar un problema objetivamente, estudiarlo sin mucha implicación emocional. Con esa actitud puedes decirte: ‘si se puede luchar contra el problema, lucha. ¡Aunque tengas que llegar a los tribunales! Luego, si descubres que no hay forma de ganar, limítate a olvidarlo”

4. Evitar iniciar un círculo vicioso de negatividad. “Aunque nuestro adversario se hunda a consecuencia de nuestras acciones, ¿a qué viene alegrarse por ello? ¿Puede haber algo más lamentable que esos sentimientos de animadversión? ¿Desea uno realmente ser tan mezquino? vengarse no hace sino crear un círculo vicioso. La otra persona no lo va a aceptar y entonces, la cadena de venganzas es interminable”

5. Reflexionar acerca de la oportunidad que nos dan las situaciones problemáticas para practicar la paciencia y la tolerancia. Sin duda alguna, ya es tradicional hablar que las crisis representan peligro y oportunidad, asimismo estas situaciones negativas que enfrentamos en nuestras vidas son oportunidades para desarrollar habilidades. “El enemigo es el elemento necesario para practicar la paciencia… nuestros amigos no nos ponen a prueba ni nos ofrecen la oportunidad de cultivar la paciencia… desde este punto de vista, podemos considerar a nuestro enemigo un gran maestro, y reverenciarlo incluso por habernos proporcionado esa preciosa oportunidad”

6. Pensar que las personas que nos provocan problemas son seres humanos como nosotros y que están “atrapados” por emociones negativas. Esto implica conectarnos con ellos y entender que en su vida han tenido motivos para comportarse de determinada manera y que al igual que nosotros tienen aspectos positivos y negativos y que estos últimos hacen su vida desagradable. “Si el jefe le ha tratado injustamente en el trabajo, es posible que esté detrás, por ejemplo una discusión con su esposa en la mañana. Naturalmente, uno tiene que seguir afrontando las cosas como están, pero al menos con ese enfoque no se experimentará la ansiedad adicional que provoca”…”Las personas crueles son infelices… sufren una angustiosa sensación de inseguridad y temor, incluso cuando duermen… Les falta algo que si puede encontrar una persona compasiva, como la sensación de libertad, que les permite relajarse cuando duermen. La gente cruel nunca tiene esta experiencia. Están siempre agobiados por algo, no pueden dejarse llevar, no se sienten libres”

Realmente creo que hacer parte de nuestra vida esta filosofía con respecto a los problemas, el sufrimiento y las injusticias producirá un cambio positivo en todas las áreas de nuestro ser. Tengamos presente esto y empecemos a adoptarlas y practicarlas poco a poco ante las adversidades que enfrentemos.

Nota: Todas las citas entrecomilladas son del Dalai Lama del libro ya antes mencionado.

En conclusión, la palabra injusticia tiene más que ver con lo que nosotros sentimos al respecto que en lo que verdad sucede, a veces no soportamos que la situación cambie, que la persona ya no esté, o que algo no suceda más.

Que sea un momento para empezar a entender el perfecto ciclo de cambio del Universo.

An Medina

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