En muchas ocasiones vivimos terribles experiencias que nos sumergen en unos días inmensamente grises. El rencor, la rabia, el dolor y todas esas emociones oscuras se apoderan de nosotros haciendo que nuestros días sean insoportables.
Muchas veces entonces, nos enfrascamos en culpar y enjuiciar al otro por lo que nos hizo y no nos damos cuenta del terrible daño que nos hacemos por no terminar de aceptar o entender la situación.
Y es que pasa que el problema es que vivimos terriblemente sumergidos en el pasado sin darnos cuenta que cualquiera que sea nuestra intención, percepción, opinión o sentimiento acerca de él no podrá cambiarle.
Nos aferramos al dolor y nos victimizamos de tal situación sin permitirnos ver más allá, sin permitirnos ver el aprendizaje o el mensaje de tal circunstancia.
Nada de lo que nos sucede es por casualidad. Todo, absolutamente todo, tiene una razón de ser, y esa es la principal razón por la que eso te sucedió… Siento que esto lo he dicho demasiadas veces y en mucho de lo que a diario suelo compartir con ustedes porque siento que una vez que nos hacemos conscientes de ello el dolor empieza a disminuir.
Pero, para que el dolor disminuya, la herida sane, y tu mente regrese al presente, debes empezar a hacer una cosa y es la de dejar de culparte y juzgarte por tu actuación dentro de esa situación y la mejor manera de empezar a hacerlo es Perdonándote a TI MISMO.
Primero debes aprender a perdonarte a ti mismo. Porque si no te puedes perdonar a ti ¿Cómo esperas perdonar a alguien más? ¿Pero, si no te amas a ti, como te vas a perdonar?
El amor y el perdón son 2 energías que van de la mano. Como dijo el buda: “no puedo perdonarte, sólo te amo”.
Y es así como debes empezar a perdonarte, porque ya basta de acusarte por lo que hiciste, aguantaste o dejaste de hacer porque lo principal es entender que con ello no vas a cambiar absolutamente nada de ese pasado que tanto te atormenta, es entender que ese pasado sólo trajo una experiencia más a tu vida, un trabajo que perder, un amor que soltar, que simplemente traerá nuevas situaciones a tu vida y que si las empiezas a ver serán maravillosas.
Antes estas situaciones muchas veces entendemos que a aquel o aquello que nos hizo tanto daño hay que perdonarle, lo hacemos pero permanecemos en un constante juicio hacia nosotros mismos.
¿Por qué es más fácil perdonar a otra persona que perdonarse a uno mismo? Llevar consigo el terrible sentimiento de culpa, por algo que sucedió en el pasado es una carga demasiada pesada que, no podemos llevar por siempre. ¿Por qué somos tan duros con nosotros mismos?
Es un proceso interior, es normal que en un principio no sepas ni cómo hacerlo o por dónde empezar pero lo importante es que cuando te sientas listo para ver ese lado que no ves, tengas presente lo siguiente:
La persona que eres es el resultado tanto de cosas buenas como de cosas malas que han ocurrido en tu vida, así como las cosas buenas y las cosas malas que has hecho. La manera en la que respondemos a los eventos negativos es igual de importante que la manera en la que respondemos a los eventos positivos. Una persona que suele alargar un evento negativo es más propensa a vivir en ira, resentimiento y depresión.
Piensa cómo has perdonado a otros en el pasado. Toma las mismas lecciones de esas experiencias y aplícalas a tu propia situación. El aspecto tranquilizador de esto es que sabes que tienes la capacidad de perdonar, solo debes apuntar el perdón hacia la dirección correcta.
Tus errores del pasado probablemente te hayan hecho lo que eres hoy. Así que en lugar de verlos como errores, considéralos guías y grandes aprendizajes.
Tus errores no te definen. Confía en la persona que eres ahora, con más experiencia y preparada para los nuevos retos de la vida.
Perdonarte a ti mismo y a los demás no significa olvidar el pasado. Significa pasar la página y decidir seguir adelante con tu vida a pesar de lo sucedido.
La vida continúa, olvida el pasado. ..
Mientras más estrés, dolor, tristeza y resentimiento tengas dentro de ti, más daño te harás. El estrés puede llevarte a liberar tu ira y dañarte a ti mismo o a otros a tu alrededor, pero si te perdonas, la ira y las cosas malas se marcharán.
En lugar de pensar en el pasado, concéntrate en el presente empezarás a crear mejores situaciones para tu futuro.
Cuando te sientas culpable, sigue las palabras de Les Brown: "Perdona tus fallas y errores y sigue adelante". Y es que sólo siguiendo hacia delante descubrirás todo lo hermoso que la vida tiene para ti.
