“Cuando ya no te quieran, lo sabrás, aunque no te lo digan. Lo sentirás desde lo más profundo del alma, porque la indiferencia jamás pasa desapercibida”.
-Walter Riso-
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más dolorosos en asuntos del corazón es asimilar el hecho de que esa persona que es objeto de nuestro afecto ya no desea seguir a nuestro lado.
Escuchar que ya no nos ama a pesar de que nos desbordamos en sentimientos de amor por él o por ella, es desbastador.
Ante este cuadro, no abundan opciones. Aceptar resulta necesario. Se dice fácil pero, ¿cómo podemos manejar esta realidad? ¿Se vale rogar hasta el cansancio para que nos acepten de vuelta? ¿O es más sabio respetar su decisión, recuperar nuestro valor personal y enfocarnos en sanar?
Puedo responder a esto con una sola frase: “Cuando te quieren se nota, cuando no te quieren se nota aún más”.
Desconozco el nombre del autor de esa frase, pero lo que sí sé es que me deja entender que no es no. Cuando uno se desenamora, se desenamora. Y es que el amor no es una cosa que se programa con un botoncito. Si no existe el sentimiento, no existe.
Pero ser conscientes de esta realidad no siempre ayuda a sentirnos mejor. Nos duele mucho porque es un golpe que va directamente a nuestra autoestima.
El dolor que se siente es ante el rechazo de quien ha dejado de amarnos, porque es una verdad muy hiriente. Cuando nos dicen que no nos quieren, es muy doloroso porque se nos hace difícil aceptar que no podemos retener a esa otra persona o que no contamos con las características que nos faciliten retener a nuestro lado a una persona para que nos quiera incondicionalmente por todo el tiempo que dura la relación.
La autoestima se afecta, aun cuando sea una autoestima saludable. Pero lo que ayuda a superar el golpe dependerá de cuán fuerte es esta. Por supuesto, si es una autoestima sólida, fortalecida, aunque nos dolerá al principio, porque somos seres humanos, la podemos superar mucho más rápido que una persona con autoestima débil.
Si su ego está siendo mal enfocado, de seguro usa a esa pareja o persona importante en su vida para fortalecer al ego (lo que ocurre cuando crea una dependencia en nutrirse de halagos de parte de su pareja, por ejemplo), va a ser más difícil superar la situación y, en ocasiones, va a requerir la intervención de un profesional para recuperarse. Esa falta de estímulo afectivo puede representar la base para una crisis emocional intensa.
En ocasiones, la crisis es tan intensa que puede despertar en la persona pensamientos suicidas, de usar drogas o alcohol para enajenarse y escapar de esa realidad como resultado de la ausencia de esos elementos afectivos de los cuales ha creado una dependencia extrema.
No te dejes entrar en negación
La persona que tiene esta experiencia puede caer en una etapa de negación y pensar que quien se lo dice está confundida. Pensamientos como ‘eso no es cierto’ o ‘él o ella va a cambiar’ pueden rondar la mente.
Incluso, surgen interrogantes sobre ‘en qué fallé’ o si la razón para la separación es porque tiene un(a) amante.
En este sentido, también debemos tener presente que saber que está con otra persona no ayuda en nada. El error más grande que se puede cometer si se sospecha que es infiel es perseguirlo para investigarlo, acosar a esa persona. Es espantoso, aparte de que, como persona, te pone en un plano bastante inferior”.
Aunque duela, aunque resulte difícil, “lo importante es tener claro que si tu pareja no está contigo, es porque no quiere”, más allá de tus deseos, tus ilusiones o tu sufrimiento.
Quizás leyendo te sientas un poco identificado/a con lo descrito aquí, por ello a continuación te dejo los errores más comunes que cometemos en este proceso de separación:
No aceptar la realidad y caer en la negación, así como buscar alternativas para pretender que no está pasando nada.
Adoptar represalias, como cortar privilegios a modo de castigo. Eso, eventualmente, va a generar un efecto en tu contra.
Desacreditar a la persona: hablar mal de él o ella. Debes recordar que el problema es entre tú y la pareja, y no con los demás, y más si hay hijos.
Tornarte hostil y con comportamientos para hacer daño, como por ejemplo ir a su trabajo y hacer un escándalo y revelar intimidades.
Usar a los hijos para resolver asuntos no resueltos en la relación. Por ejemplo, “no permitir que vea a los niños cuando le tocan, contribuyendo a sabotear la relación de padre con sus hijos.
Si sientes que tu pareja ya ha dejado de quererte pero aún no estás seguro/a, acá te dejo las señales de que han dejado de quererte en tu relación:
La persona no muestra el mismo interés de antes por las cosas de la pareja.
Prefiere pasar más tiempo fuera del hogar.
Con gran frecuencia, da excusas para no compartir en actividades en común.
No está disponible para momentos de intimidad con la misma frecuencia que antes, sin que haya razones de salud para este cambio.
Es importante que entiendas que sólo son algunas señales que por más mínimas que sean pueden servirte de alarma, pero como no todo siempre es malo también te listo algunas cosas que puedes hacer para superarlo:
1. Resulta imprescindible fortalecer tu autoestima para tener más fuerza y manejar mejor la situación. Desde el principio, debes entender que tenemos que valorarnos como personas; darnos el lugar que merecemos como seres humanos. Hay que hacer un análisis de conciencia y si se da cuenta de que esos elementos no se están respetando en la relación, debe buscar ayuda de un especialista.
2. No te tortures. Muchas veces tenemos que tener claro que cuando nos dejan, no siempre es porque somos culpables de la decisión.
3. Ambos deben tener un diálogo franco y espontáneo. Si al analizar opciones hay un reconocimiento de que no hay amor entre ambas o una de las partes, no hay vuelta atrás.
4. Debes considerar buscar ayuda de un profesional que te encamine a aumentar tu fortaleza mental y cambiar tu dialogo interno, para guiarte en el proceso de sanación, además de que puede ayudarte a clarificar los sentimientos.
5. Comprende que el amor es un sentimiento espontáneo.
6. Más allá de la tristeza, ten clara tu finalidad de seguir adelante. Recuerda que estás atravesando por una etapa que en algún momento terminará. Muéstrate disponible para recibir los nuevos proyectos que llegarán a tu vida.
7. Comprende que existe vida más allá de una relación –y separación– de pareja, y más si hay hijos, quienes necesitan de tus atenciones.
8. Busca grupos de apoyo.
9. Procura distraer tu mente. Sal al cine o comienza algún curso de interés para ti.
10. Recuerda amarte y respetarte. Evita asumir conductas humillantes que a la larga te van a hacer más daño (como rogar o acosar a tu ex pareja).
Es importante siempre tener en cuenta y recordar cada día que cuando alguien no te quiere, lo sientes, lo percibes y aunque entierres ese sentimiento de rechazo debajo de mil excusas o justificaciones, saldrá a la luz.
No te opongas, déjalo salir, déjalo que se vaya cuanto antes y sigue con tu vida. Cuando ya no te quieran, aunque no te lo digan lo sabrás.