El mayor problema que enfrentamos como seres humanos, es nuestra particular manera de querer quedarnos en lo conocido. Esto nos pasa casi con todo lo que atravesamos a lo largo de nuestra vida, no sabemos identificar cuando ciertas situaciones deben terminar y entonces hacemos todo lo contrario a lo que deberÃamos hacer, lo que nos lleva a mantenernos aferrados a algo ocasionándonos un daño terrible.
Comúnmente esto sucede en las relaciones de pareja, cuando vemos a las personas aguantando un montón de situaciones absurdas sólo con el fin de preservar algo que no se acepta que se terminó.
Y es que no somos capaces de entender que hay gente que nos puede abandonar. Debemos entender que: Cuando la gente nos quiere dejar: la dejamos ir o nos vamos nosotros.
No es justo con nosotros mismos, andar intentando de convencer a los demás de quedarse con nosotros, amándonos, llamándonos, cuidándonos, viniendo a vernos, permaneciendo atados a nosotros. Buscando salvación donde ya no queda nada, buscando que otro cambie cuando debemos hacerlo nosotros mismos.
Debemos empezar a entender que nuestro destino nunca está atado a alguien que se fue. Si sale de tu vida es porque su historia en tu vida es hasta ahÃ.
La gente nos deja porque no están unidas a nosotros. Y si no están unidas a nosotros, no podemos retenerlas. Dejémoslas ir.
Y no significa que son malas personas, simplemente significa que su parte en la historia se acabó. Y tenemos que saber cuándo la parte de la gente en nuestra historia se acaba para no continuar intentando resucitar lo que ya está muerto.
Necesitamos reconocer cuando se acabó. Por lo que dejemos de rogarle a la gente que se quede. ¡Dejémosla ir!
Si estamos aferrados a algo que no nos pertenece y que nunca fue para nosotros, necesitamos ¡dejarlo ir!
Si nos estamos aferrando a heridas ó dolores del pasado… ¡dejémoslos ir!
Si alguien no nos trata bien, no responde a nuestro amor y no aprecia nuestro valor… ¡dejémoslo ir!
Si alguien nos disgusta… ¡dejémoslo ir!
Si estamos aferrándonos a algunos pensamientos de mal o de venganza… ¡dejémoslo ir!
Si estamos enredados en una relación equivocada… ¡dejémosla ir!
Si nos aferramos a un empleo que no llena nuestras necesidades ó expectativas… ¡dejémoslo ir!
Si tenemos una mala actitud… ¡dejémosla ir!
Si seguimos juzgando a los demás para sentirnos mejor… ¡dejémoslo ir!
Si estamos atrapados en el pasado… dejémoslo ir!
Si estamos luchando con la sanidad de una relación rota… ¡dejémosla ir!
Si seguimos intentando ayudar a alguien que no quiere siquiera ayudarse a sà mismo… ¡dejémoslo ir!
Si nos sentimos deprimidos y estresados… ¡dejémoslo ir!
Dejar ir, es lo mejor que puedes hacer por ti y para ti, ya que te darás cuenta que al ponerle fin al ciclo estarás creando mejores experiencias, amores más sanos, amor por ti mismo, evolución y transformación en todos los aspectos de tu vida.
