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Lo verdaderamente importante



“Al final te das cuenta que lo pequeño siempre es más importante. Las conversaciones a las tres de la mañana, las sonrisas espontáneas, las fotos desastrosas que te hacen reír a carcajadas, los poemas de diez palabras que te sacan una lágrima. Los libros que nadie más conoce y se vuelven tus favoritos, una flor que te pones en el cabello, un café que te tomas solo… Eso es lo que verdaderamente vale la pena; las acciones diminutas que causan emociones gigantescas”

Esa frase es tomada de algún libro de poemas en la biblioteca de mi madre, lo curioso es que cada palabra quedó grabada desde hace mucho tiempo en mi memoria.

Y es que ¿Realmente nosotros sabemos que es lo importante?

Si le preguntamos a cualquier persona en la calle, que es lo importante para ellos nos sorprendería la diversidad de respuestas, muchas dadas desde el apego emocional y otras desde lo material. Pero, quizás el objetivo de este post no es juzgarte por lo que valoras si no hacerte ver lo que realmente importa.

En algunos casos muchos padres pueden definir importante, trabajar y trabajar para darle lo mejor a sus hijos, pero ¿Qué es para ellos lo mejor? Casa, viajes, colegios, cursos, ropa, lujos… y el afecto, la compañía, tiempo de calidad… ¿Dónde queda?

Así es que con frecuencia descuidamos algo tan importante y vital como es la demostración del afecto y la atención a las necesidades afectivas de nuestras familias, parejas, hijos o amigos en este baile de la vida.

Si bien somos humanos y a veces cometemos errores que pueden llevar a errores en relación de nuestro afecto, lo cierto es que no podemos permitirnos dejar escapar a las personas valiosas.

Tristemente es común que ignoremos a personas importantes por pura desidia, por falta de tiempo o por cierto desinterés teñido de egoísmo. Solemos cometer el error de no dedicar el tiempo necesario a “demostrar” a esas personas lo importantes que son.

Así, también es probable que en algún momento hayamos sentido que alguien nos deja de lado y nos hayamos vuelto locos intentando comprender qué ocurría.

La mayor parte de nuestros sufrimientos se dan en base a por lo que sentimos por otras personas y también como reaccionamos a lo que sucede, por lo cual te cito algunas formas de evitar tal sufrimiento.

Demostrar a alguien que nos importa es algo que lleva tiempo y que hay que construir poniendo especial cuidado en que la relación sea saludable y que esté alejada de dependencias y excesos emocionales.

Cada componente de esta relación, debe estar elaborado con la más absoluta sinceridad; esto es sin egoísmos ni segundas intenciones. Así, tenemos que tener en cuenta de que no debemos crear necesidades, ni siquiera la de la compañía.

Podemos lograr esto último a través de la comunicación y la expresión sincera tanto de nuestros pensamientos como de nuestros sentimientos. Como es natural debemos hacerlo siempre planteando que somos nosotros quienes nos sentimos así, no la persona que tenemos delante la culpable del malestar o, incluso, del bienestar.

Es decir, que si te sientes incómodo o incómoda lo plantees sin culpabilizar y comprendiendo que los problemas siempre son de dos. Esto ayudará a que la relación no se enfríe de manera innecesaria y que se fundamente en la confianza y la sinceridad.

Debemos entender que las relaciones necesitan del tiempo y de las experiencias para nutrirse, sustentarse y crecer. Si dejamos de dedicar tiempo, mostraremos falta de interés y, como consecuencia, alejaremos a aquellas personas imprescindibles.

Esto referido a las relaciones de pareja, con los hijos, si tienes en estos momentos, debemos entender que sí está muy bien quieras dar todo lo material que desees, pero lo más importante que les puedes dar es tiempo, compañía y que la mejor educación que ese ser humano a tu cargo es la que le puedas dar en casa.

La pareja, los hijos, la familia, los amigos son muy importantes en nuestras vidas pero tú también debes ser importante en la tuya.

Por ello debemos empezar a darnos la importancia que nos merecemos, descubrirnos, saber qué queremos en la vida, que nos gusta hacer, qué hemos cambiado o qué nos gustaría cambiar, colocarnos metas, actividades y estaremos viviendo los días de una manera mejor enfocados también en nosotros mismos y dándonos el valor que nos merecemos.

Una vez aprendamos a ver lo importante de las personas, de las cosas y de nosotros mismos aprenderemos a vivir de una manera mejor, porque no nos debe importar que pase mientras podamos acompañarnos a nosotros mismos.

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