¿Cómo sé si estoy con la persona correcta?
- An Medina
- 23 jun 2015
- 3 Min. de lectura

"Nuestras vidas mejoran solamente cuando aprendemos a tomar decisiones, y la primera y más difícil tarea que podemos realizar es la de ser honestos con nosotros mismos."- Walter Anderson
Si no estás seguro de si tu pareja es para ti, entonces estás viviendo demasiado tiempo en tu cabeza. Estás haciendo caso omiso de tu verdad, de tu alma, la parte profunda de ti mismo que está gritando que dejes a la persona con la que estás o que te permitas abrir tu corazón. Sea cual sea la respuesta, la verdad es que existe dentro de ti, y se muere por ser descifrada y escuchada.
Lo que realmente necesitas descubrir es tu propia verdad para que puedas empezar a vivir de acuerdo a ella.
Las relaciones son difíciles. Estoy de acuerdo con ello. Por algo las canciones de desamor cuentan las historias de nuestra debilidad humana, nos identificamos y hasta lloramos con muchas de ellas.
Pero, lo que muchas veces nos pasa es que nos hemos perdido a nosotros mismos, porque nos permitimos vivir en un mundo donde lo exterior importa más que lo interior, buscando respuestas en la cabeza que nos hacen ir de fracaso en fracaso por ni siquiera saber oír lo que nos dice nuestro corazón.
Quizás suena cursi la idea de sólo pensar que tu corazón tiene algo que decirte, pero simplemente así es. Porque cuando el corazón habla, hablan los hechos, las “coincidencias”, la energía y se desarrollan un sinfín de situaciones para que despiertes y conozcas el verdadero amor. Pero, sucede que nos hacemos sordos y ciegos a estos por estar enfocados en el mundo exterior y en nuestra cabeza. Pensando, en si te conviene o no esa relación, en lo material, en el físico y pare usted de contar.
Cuando vivimos en el exterior, ni siquiera la culpa es tuya, porque en ningún lado se nos enseña a mirar hacia adentro para encontrar nuestras propias respuestas. Miramos hacia el exterior para cumplir con lo que pensamos que deberíamos ser o para cumplir con la imagen que queremos proyectar.
He descubierto que cuando se vive de acuerdo a la verdad más profunda dentro de ti mismo, te vuelves feliz en circunstancias que nunca pensaste podrías serlo.
Tal vez estés soltero, divorciado, casado, con o sin hijos, con una nueva carrera, o viviendo en una ciudad nueva; quizás pensaste que lo que querías sería tu felicidad, y quizás ahora mismo te lo estés cuestionando.
Quizás pensaste que tratar de controlar el resultado daría lugar a tu felicidad. La ironía es, que las cosas que pensamos querer son las adecuadas nos están llevando a descubrir lo que es realmente nos merecemos.
Lo mismo sucede con el amor. El amor que estamos acostumbrados ver, no es realmente amor. Nuestro deseo de poseer a otra persona no proviene de amor; se trata del miedo. Y ese miedo viene de la falta de confianza, la falta de amor propio.
El deseo de controlar las cosas y manipularlas para satisfacer nuestro resultado ideal no viene del amor. Viene del miedo a dejar ir, el temor de que las cosas no van a salir de la manera que deseamos.
Tal vez muchas veces hemos malinterpretado el miedo por amor, llegando muchas veces a la desesperación.
El amor no desea ser dueño de alguien, sólo necesita a alguien para compartir. El amor no es posesión y menos aguantar maltratos de otros, esto sigue estando en la categoría de falta de amor propio.
El verdadero amor requiere de movimiento. Quiere compartir y alegrarse. Expresa diversidad. No todos pensamos igual o sentimos igual. No todos somos uno para el otro, y menos cuando la mente decide.
Así que, ¿cómo saber si estás con la persona adecuada?
La respuesta es que, primero debes conocerte y amarte a ti mismo. Lo siento, pero ese es el duro trabajo de amor, sin amor propio no puedes conseguir el de alguien más, sin escuchar a tu corazón, no podrás ir en sincronía con el amor de alguien más.
Comienza a amarte a ti mismo… y alguien más te corresponderá.
No puedes dar lo que no tienes, ni recibir lo que no te das.
Cuando te pierdes a ti mismo en otro, cuando te confundes en los problemas, cuando niegas a otro su libertad, cuando no escuchas a tu corazón, cuando no fluyes con tu alma, cuando los problemas y las discusiones pueden más, seguramente la persona es la equivocada.
Sólo cuando te sientas en sintonía y sincronía con tu esencia, con lo que eres y con lo que no, tu alma responderá e irá en busca del llamado del amor.
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