
“Cómo se hace para pedir ayuda, para contarle a alguien que un desgarro interior no te deja dormir, cómo se llega a comprender que hay amores que han caducado, que prolongarlos es pudrirlos, cómo aprende uno a defenderse a tener dignidad y no desear la compañía de quién sabes te destruye, cómo distinguir entre amor y obsesión, por qué luchar por lo que ya no te pertenece, cómo se hace para estar triste sin humillarse, cómo aprender a comportarse correctamente, de tal manera que no tengas que pasar la vida rumiando errores que duelen más que por su gravedad por la cantidad de veces que lo hemos cometido”<Lo que me queda por vivir… Autor: Elvira Lindo>
Cuando amas a una persona y ella no te corresponde, puedes sentir que tu mundo ha llegado a su fin. El dolor que experimentas es muy real. La ciencia incluso ha demostrado que el rechazo activa las mismas neuronas de tu cerebro sensibles al dolor, las cuales se activan por el dolor físico.
No puedes controlar cómo te sientes, pero puedes aprender a superar el dolor provocado por un rechazo sentimental y seguir adelante con tu vida.
Pero, ¿por qué esto nos cuesta tanto?
Y es que pasa que muchas veces solemos expresar:
“No me lo esperaba. Sentí como si me arrancaran algo de mí y, al mismo tiempo, como si me echaran un balde de agua fría”.
“Tenía en mi mente unas expectativas, lo que yo soñaba. Yo me casé para toda la vida, pero me rompe el alma tener que aceptar que las cosas ya no serán como soñé”.
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más dolorosos en asuntos del corazón es asimilar el hecho de que esa persona que es objeto de nuestro afecto ya no desea seguir a nuestro lado. Escuchar que ya no nos ama a pesar de que nos desbordamos en sentimientos de amor por él o por ella.
Ante este cuadro, no abundan opciones. Aceptar resulta necesario. Se dice fácil pero, ¿cómo podemos manejar esta realidad? ¿Se vale rogar hasta el cansancio para que nos acepten de vuelta? ¿O es más sabio respetar su decisión, recuperar nuestro valor personal y enfocarnos en sanar?
En estos casos, como yo lo veo, no existe ruego que valga, un no es no, y ya. Porque cuando uno se desenamora, se desenamora, el amor no es una cosa que se enciende o apaga con un botón.
Pero ser conscientes de esta realidad no siempre ayuda a sentirnos mejor. Nos duele mucho porque es un golpe que va directamente a nuestra autoestima sobre todo al ego. El dolor que se siente es ante el rechazo de quien ha dejado de amarnos, porque es una verdad muy hiriente.
Cuando nos dicen que no nos quieren, es muy doloroso porque se nos hace difícil aceptar que no podemos retener a esa otra persona o que no contamos con las características que nos faciliten retener a nuestro lado a una persona para que nos quiera incondicionalmente por todo el tiempo que nosotros lo deseemos.
Por ello es que estas situaciones nos afectan tanto porque repito es un duro golpe para nuestra autoestima y ego. No importa qué tan saludable sea, es un golpe duro y muy bajo.
Nuestra autoestima se afecta, aunque sea una autoestima muy saludable. Ya qué nos dolerá al principio, porque somos seres humanos, pero sólo de nosotros dependerá superarnos.
El papel del ego, este también se ve comprometido en las rupturas amorosas, porque si su ego es débil y usa a esa pareja o persona importante en su vida para fortalecerlo, lo que ocurre cuando crea una dependencia en nutrirse de halagos de parte de su pareja, va a ser más difícil superar la situación y, en ocasiones, va a requerir la intervención de un profesional para recuperarse. Esa falta de estímulo afectivo puede representar la base para una crisis emocional intensa.
En ocasiones, la crisis es tan intensa que puede despertar en la persona pensamientos suicidas o de usar drogas para enajenarse y escapar de esa realidad como resultado de la ausencia de esos elementos afectivos de los cuales ha creado una dependencia extrema.
La persona que tiene esta experiencia puede caer en una etapa de negación y pensar que quien se lo dice está confundida. Pensamientos como ‘eso no es cierto’ o ‘él o ella va a cambiar’ pueden rondar la mente. Incluso, surgen interrogantes sobre ‘en qué fallé’ o si la razón para la separación es porque tiene un(a) amante. En este sentido, saber que está con otra persona no ayuda en nada, el error más grande que se puede cometer si se sospecha que es infiel es perseguirlo para investigarlo, acosar a esa persona. Es espantoso, aparte de que, como persona, te pone en un plano bastante inferior.
Aunque duela, aunque resulte difícil, lo importante es tener claro que si tu pareja no está contigo, es porque no quiere, más allá de tus deseos, tus ilusiones o tu sufrimiento.
Por ello debes empezar a trabajar en ti mismo, darte cuenta del papel que estás haciendo a causa de esa situación, aceptarte, fortalecerte, entenderte, porque así podrás seguir adelante transformarte y transformar tal situación. Aquí te dejo unos pequeños tips que puedes seguir si pasas por un momento como este:
1. Resulta importante fortalecer tu ego para tener más fuerza y manejar mejor la situación. Desde el principio, debes entender que tenemos que valorarnos como personas; darnos el lugar que merecemos como seres humanos.
2. No te tortures. Muchas veces tenemos que tener claro que cuando nos dejan, no siempre es porque somos culpables de la decisión. Simplemente es un ciclo o una etapa de nuestra vida que debe terminar. Te aseguro que lo mejor vendrá una vez superes esto.
3. Ambos deben tener un diálogo sincero. Si al analizar opciones hay un reconocimiento de que no hay amor entre ambas o una de las partes, no hay vuelta atrás.
4. Debes considerar buscar ayuda de un profesional que te encamine a aumentar tu fortaleza mental, para guiarte en el proceso de sanación, además de que puede ayudarte a clarificar los sentimientos y emociones.
5. Comprende que el amor es un sentimiento espontáneo. No puedes obligar a nadie, ni cambiarlo, pero puedes hacer mucho contigo mismo.
6. Más allá de la tristeza, ten clara tu finalidad de seguir adelante. Recuerda que estás atravesando por una etapa que en algún momento terminará. Muéstrate disponible para recibir los nuevos proyectos que llegarán a tu vida.
7. Comprende que existe vida más allá de una relación –y separación– de pareja, y más si hay hijos, quienes necesitan de tus atenciones.
8. Busca grupos de apoyo o actividades que te saquen del pensamiento tormentoso de la relación. Lee un libro, camina en el parque, baila, canta y llénate de actividades que te regalen otro tema a pensar.
9. Distracción. Sal al cine, de paseo y comienza a hacer planes diferentes.
10. Recuerda amarte y respetarte. Evita asumir conductas humillantes que a la larga te van a hacer más daño (como rogar o acosar a tu ex pareja).