Hay momentos en los en los que la vida te desnuda de repente, la fragilidad y la indefensión surgen, todo desaparece y nuestro mundo se queda completamente vacío. Solo existe el silencio frío, cargado de inquietud y angustia que nos recuerda una y otra vez la pequeñez de nuestra existencia. Después el miedo toma posesión de nosotros, nos encoge, nos esclaviza, nos desanima, nos paraliza. Pero no importa haberlo pasado mal. Porque solamente TÚ puedes seguir eligiendo como reaccionas y respondes a todo aquello que te sucede. Esa es la única verdad, esa que nada ni nadie nos puede arrebatar, es la de elegir nuestra actitud ante cualquier circunstancia. ¿Qué es lo que nos sostiene ante lo aparentemente imposible de superar? Creo firmemente que la esencia y la salvación de la persona está el amor por el mismo y sus ganas de seguir adelante a pesar de lo que suceda.
Los otros tipos de amor también llevan peso. El amor a un ser amado, el amor a la familia, el amor a los amigos, el amor a un trabajo, el amor a tus hobbies, el amor a la vida por encima de todo, el amor al conocimiento, el amor a esa sensación que encuentras cuando comienzas a sanar. Hasta hace pocos años se creía que nuestro cerebro tenía estructuras inamovibles. Ahora, recientes investigaciones demuestran lo contrario. El triángulo genes-cuerpo-mente es interdependiente y cada parte influye y depende de las otras. La materia viva es flexible y con capacidad de transformación. Cambiando nuestros pensamientos no solo se cambia la química cerebral, sino la propia estructura del cerebro: se desconectan antiguas conexiones neuronales y se crean otras nuevas. La biología puede responder al poder de la mente. El depresivo ha perdido el sentido de la vida. A veces posee un agotamiento extremo; otras, una reacción anormal ante acontecimientos de la vida. En otras ocasiones existe enfermedad genética y cerebral. Y, a veces, una personalidad negativa que capta la realidad de forma muy sesgada. La práctica espiritual puede conducir a sanar la actitud depresiva y a aceptar la enfermedad. Por supuesto que los psicofármacos aumentan las endorfinas, pero mantenerse enamorado de su vida, sus cambios su transformación la aumentaran aún más. Toda crisis es una etapa de oportunidad de cambio. Para reflexionar, meditar y tratar de encontrar el mensaje oculto que nos brinda la vida en esta situación.
Siempre debemos hacernos esta pregunta: si de esta situación pudiera aprender algo positivo, que me hiciera crecer como persona, ¿qué sería?
La espiritualidad no es un atajo. No elimina la depresión. Pero puede enfrentarnos a ella y a nuestra actitud. Porque la verdadera espiritualidad es atreverse a transitar por la propia interioridad y dejarnos “tocar” allí precisamente. En ese lugar íntimo donde nos hemos encogido.
Es empezar a conocernos y reconocernos, aceptarnos y entender que mejoraremos sólo si de verdad deseamos mejorar y trabajamos duro por ello.
Muchos estudios se han realizado sobre la influencia de la oración y la espiritualidad en la salud. La investigación más reciente es de la Universidad de Columbia en los Estados Unidos.
Los datos compilados también no han logrado demostrar cómo la espiritualidad más desarrollada logra aumentar el espesor de la corteza cerebral.
Los investigadores seleccionaron personas entre 18 y 54 años que fueron acompañados durante cinco años. Sólo uno de ellos tenía una predisposición genética a la depresión.
Como yo lo veo, no es fácil salir de la depresión, claro que no. Porque depende de nosotros mismos y la voluntad que seamos capaces de aportar, el querer salir de ahí, el abandonar el papel de víctima, la justificación, el pensar que nadie te quiere o que nadie te comprende, sólo son herramienta que usas para hundirte cada día más.
Este post no se trata de convencerte para que tengas una vida espiritual o religiosa, se trata de exponer que si tienes una vida basada en ti y en amor por y para ti la depresión no tendrá lugar porque te entenderás, comprenderás tus errores, sanaras y te convertirás en el ser humano que siempre has querido ser
La depresión se acabará solo cuando tú te lo permitas… Empieza ahora.
